"Escribir un libro de poesía poesía como Antes de la caída implica una apuesta por un género incierto y solitario que ha perdido mucho de su
dimensión colectiva y que sólo puede hablar en representación de sí mismo. Sólo tenemos la incertidumbre y el “salto del tigre” sobre la balanza
de la historia. Quizás porque la poesía es un cuarto oscuro y los poetas siempre lo han sabido. Muchos de los poemas de Patricio, se construyen
sobre una animalidad indócil", escribió Denise León.
Ilustración de tapa: Patricio Torne
Tengo un perro habitando mi cabeza, mi cerebro es un perro cuya espuma se mezcla con la sangre. Es un sistema de reciprocidad y resistencia que nunca es equilibrio sino un modo necesario para el día a día. Mi cabeza no ha sido domesticada, se quedó con el vidrio molido que le arrojaron hace tiempo, y ya nada pude hacer contra la rabia. (...) Mi cabeza tiene un perro que no descansa, se duerme y en el sueño tiene la tarea de restituir lo que nos roba el miedo. El perro en mi cabeza es un perro de la calle y sabe arreglárselas, conoce el paño, sabe sobre el camino y sus atajos, de la sed y algunos ríos desbordados.