Las poesías de Canela nos abrazan con ternura en cada uno de los momentos que compartimos con los bebés. Los enojos, la hora de comer, de vestirse o un “sana sana” para curar todo y salir de nuevo a jugar.
“Guau, guau”, dice el perro.
“Miau, miau”, dice el gato.
Los dos dicen lo mismo:
“Queremos jugar un rato”.
Temas: vida cotidiana, humor, fantasía, mascotas