El libro tiene una primera parte de narraciones breves escritas como fábulas en las que diversas especies se rebelan contra el sometimiento, la domesticación y distintas formas de maltrato.
La constante en cada relato es un acto de rebelión en la búsqueda de la libertad. En la segunda parte del libro, se suman a ese objetivo los seres humanos más ligados a la Naturaleza y a la defensa de la vida: las mujeres de los pueblos originarios.
El epílogo cierra con una interpelación sobre rebeliones y revoluciones y un poema en homenaje a la generación rebelde de los 70.