Tantos años de cuidadoso maquillaje, tanto desvelo en la hechura de un disfraz, tan acumulado y complejo ropaje, tan ensayada máscara, tanto antifaz. Tanto escudo y tanta armadura, para que de pronto, silencioso, venga el río, haga añicos de un manotazo la figura y deje al descubierto mi vacío